quarta-feira, 25 de dezembro de 2013

Jorge Luis Borges (2)

casi juicio final


Mi callejero no hacer nada vive y se suelta por la variedad de la noche.
La noche es una fiesta y sola.
En mi secreto corazón yo me justifico y ensalzo.
He atestigado el mundo, he confesado la rareza del mundo.
He cantado lo eterno: la clara luna volvedora y las mejillas que apetecen el amor.
He conmemorado con versos la ciudad que me ciñe y los arrabales que se desgarran.
He dicho asombro donde otros dicen solamente costumbre.
Frente a la canción de los tibios, encendí mi voz en ponientes.
A los antepasados de mi sangre y a los antepasados de mis sueños he exaltado y cantado.
He sido y soy.
He trabajado en firmes palabras mi sentimiento que pudo haberse disipado en ternura.
El recuerdo de una antigua vileza vuelve a mi corazón.
Como el caballo muerto que la marea inflige a la playa, vuelve a mi corazón.
Aún están a mi lado, sin embargo, las calles y la luna.
El agua sigue siendo grata em mi boca y el verso no me niega su gracia.
Siento el pavor de la belleza; ¿quién se atreverá a condenarme si esta gran luna de mi soledad me perdona?

(in luna de enfrente, 1925)

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