PIANO
Cuando hace cinco años
se hundió aquel barco tan seguro
con cincuenta pasajeros y un piano steinway
los cincuenta se ahogaron sin remedio
pero el piano en cambio logró sobrevivir
a los tiburones no les gustan las teclas
así que el steinway esperó tranquilo
ahora cuando pasan
siempre que sea de noche
barcos de turismo o de cabotaje
suele haber pasajeros de fino oído
que si el eterno mar está sereno
o mejor serenísimo
perciben atenuados
y sin embargos nítidos
acordes de brahms o de mussorsky
de albeniz o chopin
y luego un golpecito
al cerrarse la tapa
(in El mundo que respiro, Seix Barral / Planeta, Buenos Aires, 2001)
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